Portugal es un destino muy popular con mucho que ofrecer a sus visitantes. Para descubrir su lado más fascinante, KAYAK eligió a tres audaces aventureros y los envió en una misión con un objetivo: explorar Oporto y Lisboa y traer de vuelta los consejos más valiosos para poder compartirlos contigo. Estos tips te servirán para que planifiques tus próximos viajes de forma más inteligente y le saques el máximo partido a tus escapadas. En este cometido de apenas 96 horas, el intrépido trío hizo acopio de valor y se aventuró en los territorios conocidos y menos conocidos de Portugal.
Cuatro días, tres personas, dos ciudades, un objetivo… A continuación, el resultado.
¿Por qué caminar cuando puedes conducir? Una buena idea es alquilar un auto, de ser posible, un convertible. La temperatura en Portugal es el sueño de todo viajero, 28 gloriosos grados a finales de septiembre. Alquilar un coche y hacer paradas planeadas o espontáneas es una gran idea para descubrir lugares escondidos más allá del típico itinerario. Y por supuesto, también puedes reservar tu hotel y un vuelo de vuelta barato en KAYAK.
Tan pronto hayas recogido tu equipaje, sal del aeropuerto y toma una bocanada del cálido aire de Portugal. Ya estás aquí. Que comience la aventura.
Oporto Mon Amour
Date una vuelta por el Mercado do Bolhão. Antes de empezar la difícil misión de degustar algunos de los mejores platillos que has comido en la vida, puedes echar un vistazo a las materias primas que acabarán en tu plato en este monumental mercado agrícola. Ten por seguro que el pez que veas en el puesto tenía mejores planes esa mañana temprano mientras nadaba en el Atlántico.
Prepárate para una experiencia sublime… y elimina la palabra caloría de tu diccionario; la comida ahí es deliciosa. Un verdadero explorador necesita energía, ¿no? Comienza el día con una dulce Rabanada (pan tostado al estilo portugués) en el Café Majestic. Para el almuerzo, recomendamos el Café Santiago, conocido como el “reino de las Francesinhas” (famoso en Oporto por sus sándwiches de carne y queso). Cuando llegue el anochecer y no puedas dar ni un paso más, puedes consentir tu paladar en Andor Violeta, el lugar indicado para degustar interpretaciones modernas de la cocina local.
Comienza siempre desde lo más alto. Si no te gusta planificar con antelación, comienza tu visita en la Torre de los Clérigos para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad. Desde ahí puedes admirar todas las atracciones y decidir a dónde quieres ir a continuación. Pero ojo, si sufres de claustrofobia: a medida que se sube, las escaleras van haciéndose más pequeñas.
Muévete con estilo. Reserva un tour en sidecar y siéntete como un héroe de acción mientras tu guía local te lleva por las estrechas calles de Oporto. Conducir por la línea de costa, dejar que el viento te enrede el pelo, tener esa sensación de libertad que es tan común entre los viajeros. Un detalle: recuerda que solo caben dos personas en un sidecar. Si viajan tres… ¿piedra, papel o tijera?
¿Leer o no leer? Antes de entrar a la magnífica Livraria Lello, una de las tiendas de libros más bellas del mundo, tendrás que comprar una entrada a 3 € (unos $56 MXN) al otro lado de la calle. ¿El lado positivo? Te sirve como cupón de descuento que puedes utilizar al comprar un libro. Si quieres perderte en un laberinto de libros y evitar las masas, te recomendamos los establecimientos menos conocidos como la Livraria Chaminé.
¿Qué nos dice un nombre? En Oporto, muchísimo. No puedes marcharte sin haber probado su famoso vino. Importante: no dejes la visita a las bodegas para última hora, pues la última suele ser a eso de las 5 de la tarde. Otro consejo es tomar el teleférico desde D. Luís hasta Gaia. No solo disfrutarás de las impresionantes vistas, sino que además recibirás gratis un vaso de vino local en la bodega Quevedo, una combinación perfecta.
Lánzate a la carretera
Viaja en el tiempo sin tener que meterte en una máquina de película; es más fácil visitar Óbidos y trasladarte al siglo XVIII. Esta pequeña ciudad cuenta con una muralla, un castillo, rasgos medievales y está a solo 84 km de Lisboa. Las costumbres de sus habitantes ya no se parecen mucho a las del siglo XVIII, ¿te imaginas a los medievales bebiendo ginjinha (delicioso licor de cereza) en una taza?
Maravillas escondidas. En este caso tenemos que reconocer que fallamos en nuestra misión. Olvida todo lo que has oído sobre Sintra. Creíamos que la atracción más importante de Sintra era su castillo, que nos sedujo con una imagen pintoresca en lo alto de una colina. Que no te engañen, ¿has oído hablar alguna vez de las grutas de iniciación masónica? Claro que no; nosotros tampoco. Cuando vayas a Sintra, no mires arriba, busca los lugares secretos escondidos bajo el suelo. ¿A quién no le gustan los tesoros escondidos?
Lisboa, la ciudad blanca
Si te lo ganas, sabe mejor. Antes de darnos un festín en Pastéis de Belém (donde sirven los mundialmente famosos pastelitos de huevo), sube los escalones que llevan hasta lo más alto del Monumento a los Descubrimientos y la Torre de Belém, donde puedes disfrutar de una vista impresionante. Después, prepárate para la increíble belleza del Monasterio de los Jerónimos. Cuando te entre el cansancio y el hambre, date un capricho con algunos pastéis de nata en la tienda que lleva el mismo nombre. No te asustes al ver la cola, aunque parezca larga, va rápido y merece la pena.
Lecciones de surf. Olvídate de la agenda turística y aprovecha el auto de alquiler para conducir hasta la maravillosa Costa da Caparica, donde podrás relajarte al sol y darte un chapuzón refrescante en el Atlántico. Si te sientes aventurero, apúntate a una clase de surf. Después de dos horas remando en el agua e innumerables caídas, puede que consigas mantenerte en pie en la tabla y surfear las olas como todo un experto.
Mimetízate. Vive la música Fado como se debe. Evita los espectáculos turísticos y sumérgete en el laberinto de callejuelas del barrio Alfama. Busca un pequeño y acogedor bar llamado Tasca do Chico. Te sorprenderás cuando veas cómo un cliente insospechado se levanta y proyecta una de las voces más potentes de la ciudad. Se te pondrá la piel de gallina.
Siéntete en la cima del mundo. Conocida como “la ciudad de las siete colinas”, Lisboa está llena de lugares desde los que se puede disfrutar de vistas espectaculares. Nuestro top 3: Nossa Senhora do Monte, São Pedro de Alcantara y Santa Catarina. ¿Es difícil subir hasta allá? Un poco, pero nada imposible (además, siempre puedes tomar el tranvía o un tuk-tuk). Si eres un romántico, no te pierdas el atardecer desde lo más alto; si eres fiestero, no te puedes perder la famosa vida nocturna de Bairro Alto.
Ahora que ya tienes la clave para aprovechar al máximo tu viaje, en KAYAK te deseamos una estancia perfecta en tu próxima visita a Portugal. Boa viagem!