La acomodación en la silla fue terrible. A mí me tocó pasillo, en el medio iba un señor muy grande, y en la ventana una niña. La situación incómoda era que el señor ocupó parte de mi espacio, dado que su tamaño no le permitía ocupar sólo su silla. Es increíble que al momento del abordaje no notarán que el señor debió haber comprado dos sillas para él y la otra de la niña. El viaje fue horrible, desagradable, desastroso, todo el tiempo tuve aaaese señor encima mía de lo grande y gordo que es, y puedo ser delgada, pero lo sentía sobre mí todo el tiempo. Increíble la desconsideración del señor y de la aerolínea.